· El primero está formado por todos aquellos países cuyos nativos son árabes. Se puede dividir en dos zonas: el Magreb y el Mashreq.
El Magreb lo forman Mauritania, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia.
El Mashreq puede dividirse a su vez en tres áreas: el Valle de El Nilo (Egipto y Sudán), el Creciente Fértil (Siria, Iraq, Palestina y Jordania) y la Península arábiga (Arabia Saudí, Yemen, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahrein y Kuwait).
· El mundo islámico es el conjunto de países cuya mayoría de habitantes, o una parte significativa de éstos, practican el Islam. Es por tanto un concepto mucho más amplio que el mundo árabe, en cuanto a territorio y a cultura, lo que se debe a la gran expansión del Islam, que ha llegado a numerosas sociedades, independientemente de su etnia, lengua y cultura.
Son países islámicos, pero no árabes, por ejemplo Irán, Turquía, Pakistán y Afganistán.
¿Si están tan bien delimitados, por qué entonces tendemos a confundir ambos mundos? la respuesta es sencilla y la vamos a exponer de manera clara:
- El Islam nació dentro del mundo árabe, más concretamente en la Península arábiga y a partir de ahí empezó a extenderse con los árabes (aunque después fueron otros pueblos los que se dedicaron a su expansión).
- El idioma de esta religión es el árabe. Su libro sagrado, el Corán, está escrito en esta lengua y todos los musulmanes deben usarla al rezar.
- La mayoría de los árabes, aunque no todos, son musulmanes.
Sin embargo, con los conocimientos que acabamos de adquirir ya podemos entender que no todos los musulmanes que conocemos son árabes, hay muchos españoles, estadounidenses, turcos, pakistaníes, indios… Ni su origen, ni su etnia, ni su aspecto es igual. Y no todos los árabes son musulmanes, pues también los hay cristianos católicos, coptos, maronitas, judíos… Debemos saber, además, que muchos de ellos conviven en el mismo lugar y se respetan mutuamente.
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